Asegurar que Laponia es una tierra de ensueño invernal no es la idea más original que pudiéramos tener, pero ciertamente se ajusta a la realidad. Unas condiciones lumínicas increíbles y una naturaleza blanca que se extiende hasta donde alcanza la vista contribuyen de forma crucial a su ambiente único, que los finlandeses llaman “Lapin taika”: “la magia de Laponia”.
Encontrar a un finlandés que nunca haya esquiado es ciertamente complicado, ya que es un verdadero pasatiempo nacional. Muchos aprenden a esquiar a una edad temprana, ya que los viajes a Laponia familiares de esquí son un concepto nacional, y muchas escuelas organizan viajes en Laponia para sus alumnos. Es cierto que la modalidad preferida es el esquí de fondo y no el alpino. ¿Buscas un lugar distinto donde esquiar? Las ondulantes mesetas de la principal zona de esquí de Laponia ofrecen un terreno variado para todos los esquiadores de cualquier nivel. Hay un gran número de estaciones de esquí en Finlandia, la mayoría de ellas pequeñas colinas locales junto a ciudades. Sin embargo, las más grandes se encuentran en las mesetas de Laponia, y son destinos clásicos donde pasar las vacaciones de invierno.
Todas las estaciones de esquí laponas son adecuadas para familias. Mientras los esquiadores más expertos se divierten en las pistas negras y los snowparks, los más tranquilos esquían mientras disfrutan del paisaje. Hay una gran variedad de actividades para elegir en las estaciones y la idea es pasar tiempo al aire libre disfrutando de los buenos momentos, inolvidables experiencias. Las cuatro grandes estaciones de esquí de Laponia (Levi, Ylläs, Pyhä-Luosto y Ruka) se elevan desde unos 500 metros hasta más de 700 metros sobre el nivel del mar y disponen de una longitud de sus pendientes de hasta tres kilómetros. Las estaciones de esquí laponas ofrecen de todo a los entusiastas del esquí alpino: desde pistas infantiles hasta pistas negras, snowparks y exploración de zonas agrestes.
La temporada comienza a finales de octubre, mientras que la temporada alta se expande de febrero hasta que la nieve se funde, a principios de mayo. El ambiente en las estaciones de esquí finlandesas es agradable y mucho más relajado que en las principales y concurridas estaciones de esquí de Europa Central. No te preocupes por conseguir un forfait en la cola del telesilla, ni de adelantamientos al estilo kamikaze en las pistas. Silencio por favor… estás en Laponia. Disfruta del esquí en tu viaje a Laponia.
Levi es la estación de esquí más popular de Finlandia. Dos snowparks, una amplia variedad de pendientes para esquiadores y snowboarders y un animado centro del pueblo son sus principales atracciones. Se puede acceder fácilmente a la estación a través del aeropuerto de Kittilä, que está a solo unos minutos en coche. Levi acoge una competición de eslalon, la FIS World Cup, en noviembre.
Las estaciones de esquí gemelas de Pyhä-Luosto son las más tranquilas de Laponia. Las mesetas ofrecen una gran variedad para todo tipo de actividades sobre esquís y tabla de snow. Pyhä es famosa por su pintoresca naturaleza agreste, una característica que atrae a los expertos del país año tras año; muchos terminan viviendo allá.
Ylläs es la estación de esquí finlandesa más legendaria. En estas mesetas funciona un telesilla desde 1957, y la seducción de Ylläs y de las seis mesetas que la rodean nunca pierde su encanto. Disfrutar de los alrededores tras esquiar siempre es la decisión correcta.
Los snowparks son parte esencial de la mayoría de estaciones de esquí y Laponia no es ninguna excepción. Las mayores estaciones a menudo cuentan con más de un snowpark, y al menos uno más pequeño para los niños y para practicar trucos. Quienes practiquen el esquí acrobático no quedarán decepcionados con la oferta de Laponia; basta con preguntar a las decenas de lugareños que se han profesionalizado en “newschool”, snowboard o esquí de Telemark.
Los centros de esquí de Laponia son esencialmente complejos vacacionales con mucha más oferta de actividades además del esquí y el snowboard. Paseos en motos de nieve, excursiones con huskies, paseos con renos, esquí de fondo, pesca en el hielo, paseos con raquetas de nieve o simplemente disfrutar del fresco aire del norte y de la “magia de Laponia” son fantásticas actividades de ocio en altitudes menores.
Finlandia es un país de contrastes y en ninguna zona es tan evidente como en Laponia. La temporada de esquí está totalmente en marcha en diciembre, cuando comienza la noche polar, un periodo de dos meses. La falta de luz solar no significa que las pistas se cierren, sino que supone esquiar de maravilla bajo la luz artificial de la pista frontal de Levi.
En primavera, a partir de febrero, la naturaleza proporciona toda la luz imaginable y convierte las mesetas laponas en soleados paraísos de esquí. Se organizan diversos eventos en las estaciones de la región, para celebrar el compañerismo y es la mejor época del año para esquiadores y snowboarders.
Hay servicios y comodidades en todas las estaciones de esquí laponas. Muchas estaciones quieren conservar su apariencia aldeana, mientras que otras presentan un aspecto muy diferente. Levi es con diferencia la estación de esquí finlandesa más animada, con una bulliciosa micro-ciudad en el centro, llena de restaurantes, bares, tienda, una bolera y un spa, entras otros servicios.
Para disfrutar de una experiencia genuina, reserva con al menos algunos días de antelación y alquila una cabaña de madera: la vivienda por excelencia de Laponia. Después de un largo día al aire libre, una sauna humeante, seguida de un buen descanso frente a la chimenea, son la perfección total de magia lapona.
Cuando el cansancio marca el fin de la jornada de esquí, tiene lugar uno de los fenómenos más fascinantes de la noche ártica, la Aurora Boreal. La expresión en finés, revontuli (repo significa zorro y tuli fuego), proviene de una fábula sami según la cual los zorros, mientras corren, golpean con su cola en la nieve y producen las chispas que se reflejan en el cielo. La Aurora Boreal se presenta por sorpresa, como una mancha fosforescente que se desplaza sobre la bóveda oscura. Las luces de colores se contonean con jirones que destellan antes de cambiar a tonos pálidos y desvanecerse. La magia del momento suele ir acompañada por el aullido de los perros huskies, inquietos por la lluvia de protones, y el silbido gélido del viento. Silencio… estás en Laponia. Disfruta del esquí en tu viaje a Laponia.
Comments are closed