Viajar a Laponia con niños en Navidad es una de las experiencias más inolvidables que puedas vivir con ellos y que toda la familia recordará siempre. La Navidad en Finlandia es una época de gran importancia, no solo por ser el hogar del personaje más famoso de la Navidad, Papá Noel, sino por todo lo que significa esta época festiva para ellos.
La Navidad en Finlandia se empieza a celebrar el día 13 de diciembre, cuando una Santa Lucía baja la escalinata de la Catedral de Helsinki para iniciar la procesión que proclama la época de Paz. A este inicio le siguen muchas costumbres de gran tradición; desde el primer domingo de adviento van encendiendo velas cada semana, hasta lograr una gran fila de velas para Navidad. Por supuesto no faltan los adornos navideños, ni las galletas típicas con mucha canela. Pero lo más esperado por todos los niños es la visita que realiza Papá Noel (Joulupukki para los niños finlandeses) a cada hogar tras la cena de Navidad.
La magia comienza en cuanto empiezas a preparar el viaje a Laponia. Tanto si viajas con niños como si lo haces con adultos, viajar a Laponia te hará sentir emociones y vivencias inolvidables. Parece increíble que en poco más de cuatro horas de vuelo directo podamos disfrutar de un entorno tan único e irrepetible. La Laponia Finlandesa es, probablemente lo más parecido al país de las maravillas de invierno. Los contrastes son un factor clave del poder de atracción de Laponia, donde reinan los oscuros días de invierno, llenos de la tranquilidad, y todo el silencio que nos ofrece su naturaleza.
Viajar a Laponia en estas fechas te abre la posibilidad de realizar una serie de actividades sin parangón: conducir tu propio trineo de perros husky, trineos de renos, pilotar una potente moto de nieve, pescar a través del hielo como hacen los propios samis (lapones), practicar esquí de fondo, caminar sobre la nieve con raquetas…y hasta conducir un kart sobre una pista helada! Y todo ello sin acusar las bajas temperaturas ni tener la sensación del frío extremo que puede llegar a hacer, ya que nada más llegar a nuestras cabañas nos equipan con unos trajes térmicos para poder disfrutar a tope de nuestro viaje a Laponia. Aunque lo más esperado por todos los niños (y algunos no tan niños) que viajan a Laponia sea el encuentro privado con Papá Noel…o Santa Claus como acostumbran a llamarle por estas latitudes. Visitar su casa, su oficina y poder sentarnos junto a él, es sin duda un momento único y mágico difícil de olvidar.
Es indescriptible cómo te sientes mientras realizas algunas de las actividades que te ofrece Laponia en Navidad, desde conducir un trineo de renos por un paisaje tan virgen y diferente para nosotros como es un bosque cubierto de nieve, a cenar en una kota (tienda típica lapona, parecida a los teepees de los indios americanos), pasando por otras como pescar en medio de un lago helado sin ningún ruido de fondo, con el único sonido del crujir de la nieve bajo tus pies o incluso observar una aurora boreal, sin duda una de las bellezas más exclusivas que nos ofrece la naturaleza y que en pocos lugares del mundo se pueden ver con tanta facilidad como en la Laponia finlandesa.
Sin lugar a dudas Laponia es un destino maravilloso y especialmente indicado para viajar con niños; los alojamientos en confortables y las cálidas cabañas de madera equipadas con todas las comodidades que podamos necesitar -incluida la sauna- hacen aún más impactante y diferente, si cabe, el viaje a Laponia.
Todo ello unido a la calidez de los lapones hará de los viajes a Laponia con niños algo único e imborrable. Quedan en la memoria de todo el que decide viajar a Laponia las imágenes de los bosques nevados que vemos mientras disfrutamos de un paseo ya sea en trineo de renos, de huskies, conduciendo una moto de nieve o simplemente caminando. Y, por supuesto, la inmensa ilusión de haber podido conocer a nuestro querido Papá Noel en su propia casa.
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